El libro de Urantia dice ser un libro revelado -no inspirado-- por seres personales extrahumanos, un libro que al parecer contiene una información y unas enseñanzas transcendentales para nosotros y para generaciones venideras, en este y en otros muchos planetas. Pero lo más sorprendente de todo es que afirma tener la clave para la unión armónica de la ciencia, la filosofía y la religión, algo así como si albergara entre sus páginas El Dorado, el quimérico país soñado.
El libro, de una manera admirablemente coherente y lógica, intenta integrar los conceptos de realidades personales y no personales, de realidades existenciales y vivenciales, de realidades infinitas, absolutas, eternas o temporales con movimientos del universos, con energías gravitacionales y espirituales, con conceptos científicos algunos nuevos y otros muy avanzados para la época en la que el texto se "materializó", hilándolos en un todo teológico que tiende una guía al origen y destino del hombre en el centro del universo.
Así pues, en sus 2.097 páginas, El libro de Urantia nos informa, en su parte primera, de billones de planetas habitados, algunos por seres espirituales, administrativamente organizados en torno al Paraíso; en su parte segunda, de nuestro universo local, de sus orígenes físicos, de su geografía cósmica dentro de un suprauniverso y al lado de miles de otros universos; en su parte tercera, de Urantia, nuestro planeta, de sus orígenes ancestrales, de nuestra historia, de nuestra civilización; y en su parte cuarta de la fusión de Dios y hombre en Jesús de Nazaret, de la síntesis de un Dios que sustenta y rige los universos, del Yo Soy con el ser personal en el más bajo escalafón evolutivo, con el hombre mortal.
Ángel F. Sánchez Escobar
El Libro de Urantia, no es por lo menos para mi un libro santo, ni tiene el peso que tal vez pudiera tener la Biblia para una persona católica o protestante. Sin embargo, todos los que leemos este libro entendemos que el Libro de Urantia no es un libro común, ordinario o similar a cualquier otro que se haya escrito. Por mi parte y en mis años de juventud he incursionado por muchos terrenos buscando la verdad que mi espíritu me llevaba a tratar de alcanzar, para ello estudié filosofía tanto en forma personal como en cuanto seminario podía dentro de la universidad, leí cuanto pude de la cultura tibetana, efectué estudios Bíblicos y como si fuera poco entré en contacto con grupos herméticos u ocultistas del estilo de los Rosa Cruces.
A pesar de ello, nada de lo que en esos años leí pudo afectarme con la intensidad y con la fuerza que lo hizo el Libro de Urantia. En principio pues muchas de las ideas y conceptos que resultaron de mis estudios Bíblicos se daban de frente con lo que se me había enseñado en la religión de mis padres, al punto tal que a menudo discutía con sacerdotes amigos lo que yo alcanzaba a entender de las escrituras y ellos me hablaban de una libre interpretación errada y fuera del Dogma.
Por años fue mi creencia personal, una idea o un concepto propio, sin embargo la IV parte de Libro de Urantia, vino a demostrarme que lo que creía fruto de mi propia y libre interpretación (diferencias en mas o en menos) no lo era tanto. El Libro de Urantia trajo a mi realidad que no fui tan creativo o tan libre en las interpretaciones como yo suponía, ni tan siquiera original, hacia cincuenta años (mas o menos) que el Libro de Urantia contaba lo que yo balbuceaba en mis tremendos esfuerzos por tratar de comprender.
Claramente, el LU cerró todos los espacios que parecían incoherentes, incompletos o deformados a lo largo de la Biblia, el mensaje de Jesús llega claro, potente y diáfano desprovísto de los típicos adornos que todo lo complican. El MAESTRO brilla en todo su esplendor, su vida, su mensaje, sus enseñanzas están completas, ni una sola de ellas falta, por el contrario cada una es explicada a la perfección, fundamentada y evaluada extensamente.
La historia de nuestro mundo, los problemas de nuestra raza, las razones del caos que impera todo es explicado con detenimiento, con desesperante detalle y con una inmensa cuota de amor. Por todo ello, el LU no es un Libro común, para todos los que hace tiempo brindamos nuestro tiempo a sus páginas el LU es "EL UNICO LIBRO".
Como dije no es Santo "Santo es solo UNO", sin embargo es un buen medio para mejorar con nuestros hermanos, para ser mejores personas y para acercarnos más y más a nuestro padre "Jesús" y a su sublime mandato "Amense como yo los he amado", nosotros no somos una religión nueva o trasnochada, por la sencilla razón que la verdad es universal y abierta para todos.
Aquí encontrarán que serán bienvenidos los Judíos, Católicos, Protestantes, Budistas o de cualquier otra denominación, somos una familia con independencia de nuestras creencias o tradiciones.
Compartimos la amistad y la buena predisposición de ayudar a quien lo necesita y en ese sentido son todos también Bienvenidos a nuestra hermandad, la que como verán no tiene fronteras, carece de banderas, no se hacen diferencias sexuales, raciales o políticas "a los ojos de Dios todos somos iguales".
Eduardo Menghetty
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